¡¡¡Qué bonita experiencia!!!. Desde hace más de 20 años una familia de Rancagua organiza este evento en el Hogar de Quinta de Tilcoco. Todo partió con el abuelo de Gabriela, una mujer de mi edad quien dirije la organización actualmente.
Su abuelo supo que unos sobrinos habían sido albergados por esa institución y los fue a visitar. Las idas y venidas al Hogar se repitieron en el tiempo, llevando consigo presentes para sus familiares, luego para los otros niños internados. "A mi Tata le daba pena que se quedaran mirando cómo comían los otros niños, así es que se las arreglaba de alguna forma para cumplir con todos"- me contaba Gabriela. Vino una navidad, luego otra, financiadas de su propio bolsillo. Apareció internet y consigo el correo electrónico, lo que les permitió pedir ayuda a amigos y conocidos. Hoy ya van más de veinte navidades con niños y niñas felices, que sobrepasan el centenar. Reciben juguetes, dulces, helados,ropa y momentos entretenidos de la mano de Gabriela y mucha gente que va de voluntaria, incluso aportando transporte.
Aprendí muchas cosas hoy, también sirvió para reencontrame con niñas del Hogar Buen Pastor, cerrado en mayo de este año, y conocer gente muy valiosa.
Me encantó. En marzo esto se repite, con una campaña para reunir útiles escolares para los niños, ya que al interior del Hogar funciona una escuela. Qué rico que exista gente así, que tiene pero que es muy sencilla, con un corazón abierto para compartir con aquellos que no viven con la misma suerte.
Estas fotos son gentileza de Poly Alvarez. Nos juntamos sólo para estas ocasiones y aprovechamos de conversar de la vida y otras cosas. Hubo mucho más esta vez, clases de zumba, pinta caritas, entrega de juguetes, hamburguesas cocidas en horno de barro y otras gratas sorpresas. Genial, de verdad maravillada con tamaña gestión